Como parte de la Residencia, una consigna clave fue la de poner a prueba la capacidad de conectarse con los otros equipos. Pero no de cualquier forma, sino a través de la idea de “parasitar” [El parasitismo es un tipo de simbiosis y tiene una estrecha relación en la cual uno de los participantes, (el parásito) depende del otro (el hospedero u hospedador) y obtiene algún beneficio; lo cual no necesariamente implica daño para el hospedero. El parasitismo puede ser considerado un caso particular de depredación.] En este espacio, la idea cobraba varios sentidos: podíamos pedir ayuda, “remixar” una idea, o incluso hasta tomar un componente del otro grupo para utilizarlo en nuestra obra.
El trabajo nos jugaba a contrareloj, y recién el día 4 logramos encontrar un sentido para poner en acción esta consigna. Así fue que como parte de la obra, el cuerpo iría cobrando una forma estereotipada en el movimiento. La forma de los mandatos sociales sobre qué y cómo estar, caminar, sentarnos, entre otras acciones que nos prefiguran/limitan el cuerpo. Aprovechando las diferentes nacionalidades y recorridos de los compañeros, decidimos invitarlos a que con sus voces nos ayuden al registro de esas frases que nos configuran. El pedido fue sencillo: tomarse unos minutos y pensar cuál era esa indicación en la infancia/adolescencia que nos remarcaban, quién y con qué tono nos la decía. Así fue que espontáneamente surgieron las primeras voces de lo que sería la materia prima del sonido de la obra. A continuación les acercamos una selección compilada.
Lo que nos sorprendió de sobremanera es que a pesar de las diferencias culturales, los recorridos educativos y las trayectorias, no habían diferencias sustanciales en las frases:
-“Ne parle pas avec le bouche pleine” [No hables con la boca llena]
-“Podes bajar los pies de la mesa”
-“Levanta los pies para caminar”
-“Parate bien”
-“Tira los hombros para atrás”
-“Cierra las piernas”
-“Ponte bien la mochila que te vas a quedar chueca”
-“Alce los pies para caminar, no los arrastre”
-“Con esa mano no, agarra el lápiz con la derecha”
-“Habla bien”
-“Sentaté como una señorita”
-“No, los varones hacen pis parados”
-“No te comas las uñas”
-“Sacaté la mano de la boca”
-“No te toques las orejas”
-“No te rasques la cabeza”
-“No ponga los codos cuando este comiendo”
-“Sientaté bien para comer,no se come echada”
-“No te suenes los dedos”
Usamos el programa Wordle para poder encontrar algunas de las preponderancias. Podemos inferir por la cantidad de veces que se repite que la palabra “bien” nos hace pensar que hay una codificación del cuerpo de lo que es correcto y no, y está en vinculación con ciertas partes del cuerpo: boca, manos, pies (y en particular con la acción de caminar). Este análisis nos sirvió para ir pensando en qué y cómo sería el movimiento que representa todas estas indicaciones.
Son tan solo algunas de las palabras que retumban y dejan huella, una de esas que se va fusionando en el ADN. Es por eso que empezamos a realizar algunas modificaciones de los sonidos, que a su vez indicaban en la obra el pasaje de la información almacenada como recuerdo, a la huella mnémica que se desvirtúa en el mundo onírico…